Dame una mano
En el cuarto donde
duermo, cuando tengo que venir a Ccs, hay un afiche. No me gusta
verlo, no me gusta ver a hombres (mucho menos a políticos), pero lo
han colgado allí para reducir la transparencia de esa ventana...
Lo que me molesta de la
imagen (no es tanto la persona) es que él está allí, como
extendiendo el brazo, como dando la mano...
Hay momentos genuinos,
entregas totales e incondicionales, pero a lo político no le creo.
Si se tratara de mí, hace mucho ya, habría quitado ese cartel e
inventado una solución; pero debo respetar las decisiones ajenas -no
tanto porque quiera o necesite respeten las mías- sino que me
desautorizo donde no tengo autoridad: Ese sitio no me pertenece.
En el plano real, cuando
alguien me extiende su mano, una sonrisa, reconozco si es sincera. En
el mundo de los humanos, si no hemos aprendido, iremos aprendiendo a
discernir, intuir, por buscar nuestra verdad.
En más de una ocasión,
sin contar mucho las veces, me he negado a rechazar apretones de
mano. No tanto por saberles insinceros, por notar alguna mácula,
alguna borrachera mental en los que me accesan o la ofrecen, sino que
no me correspondo con la mentira, y no quiero vivir más en las
falsificaciones de lo verdadero.
He aprendido demasiado.
Ayer -quizá como hoy- me
he querido morir (y hablo literal y definitivamente),
Cualquiera dirá: “¿Qué
le pasa a ese loco?” y tiene razón (y yo, también, la tengo).
Puede que no tengas una
idea leve de lo que ha sido mi vida (tampoco yo podría atinar a
descubrir qué ha sido la tuya). No digo que haya sido mala, ni peor
ni mejor que la tuya; sólo que no quiero seguir repitiendo vidas sin
terminar lo que queda de esta.
A ver si me explico:
Parece que me he enamorado.
Ella y yo somos muy
distintos. Quizá ni se dé por enterada; pero -literalmente-
conversamos horas al teléfono. ¿Saben quién paga las llamadas?
Esa mujer es totalmente
distinta a toda referencia, no que sea más bella o fea que cualquier
otra; sino que tiene varias cosas que yo intuía existían, pero ella
me ha confirmado que son una realidad (y me tiene de cabezas abajo).
A su llegada, por ese
vuelco, en la arremetida contra mis muros, hube de apagar mi teléfono
¿Cuándo, en lo que tuve por vida, me hallé en ese predicamento?
No me pesa que destruyera
mis defensas. No me duele que invada ya mi vida, al asunto es que yo
no vivo como ella y -esa contradicción- es la que me hace morir: Ya
quisiera estar muerto (estoy cagado, pues) y, aunque esa no sería la
excusa, mi realidad es la que ME prela: Su status económico y
forma de vida me es visible (y eso sería lo que me estuviera
matando) porque mi vida, como tampoco la suya, estarían bajo el
mismo control.
Ignoro cuáles puedan ser
sus actuales necesidades,
Supongo que -como todos-
ella necesita del cariño, la lealtad, la compresión o el estímulo
de alguien (sabe Dios la naturaleza, la extensión o profundidad de
esas cosas que ella necesita) pero, como me conozco, habrá ámbitos
que ni son de mi gusto ni estarán en el límite de mi capacidad o
competencia ¿Cómo no morir antes de ese tiempo?
Es fácil extrapolarme en
algunos aspectos de mi vida, he estado en varias circunstancias,
distintas situaciones; pero nunca en el más allá.
Si mi vida ha de seguir
con esta “ mamadera ” de gallo, quiero firmar -hoy- mi carta de
renuncia ¿Qué sentido tiene, para mí, el sube y baja de mi
existencia?
Toda mi vida deseé
alguien como ella (aunque no la conozco en todo).
Cuando vi la pelicula
“UP” (de Disney – Pixar) me enamoré de la forma de ser
de la chica. Al ver la película, sin saberlo, reconocí ese “yo”
(apagadito) que cada año llevo escondido, por décadas.
P.S.
También estoy
escribiendo para ti, Esperanza.
Dentro de mí todo está
claro, pero “el mañana” no está en mis manos y,
confesándo-TE-me, sé que esto puede ser mejor o peor, pero no me
gusta mentir, ni confundir... ¡Aunque me halle confundido! (y no por
mí, sino x los sucesos recientes).
¡Me gustas mucho! Y -por
supuesto- puedes gustarle (mucho más) a una docena de hombres de los que te dan vueltas (sin
contar a las mujeres).
¡Ja! ¡Ja! 'Ja! (eso sería problema de ellas y de ellos)
(pero, aquí, lidio con los míos).
¡Ja! ¡Ja! 'Ja! (eso sería problema de ellas y de ellos)
(pero, aquí, lidio con los míos).
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